Bill Viola, Three Women, 2008 |
La exposición del artista neoyorquino Bill Viola consigue meterte por completo en su obra y en un universo de gentes y emociones dispares que te atrapan por completo. El sentimiento de tranquilidad y quietud debido a la cámara lenta contrasta con la fuerte impresión que te produce.
Desde el comienzo de la exposición ya se ven los temas recurrentes como el agua (en el sentido de tránsito o de reflejo) ,el paso del tiempo, el cambio y las emociones contrapuestas. Algunas de las obras que más me llamaron la atención fueron, por ejemplo, la titulada Three women, donde se veía ese paso por el agua del blanco y negro al color, que me pareció genial. Otra que me atrapó fue Unspoken, que situada al fondo del primer pasillo, conseguía que no pudiese apartar la vista de ambos rostros y que las emociones que nos mostraban me dejasen una extraña sensación en el cuerpo. También me gustaron el cúmulo de emociones en The Quintet of astonished, el uso del reflejo y del agua en Surrender , aunque está claro que una de las más impactantes es The Raft, donde se vuelve al tema del agua, pero de una manera que no se había visto antes en la exposición.
En definitiva, esta ha sido una experiencia única y que te atrapa sobremanera usando un tipo de arte poco usual pero realmente inquietante.—